jueves, 22 de diciembre de 2022

Visita al entorno de La Sagra

La semana anterior hicimos una salida a tierras granadinas. Visitando la Puebla de Don Fadrique y los alrededores del imponente monte de La Sagra, pudimos disfrutar de un día que destacó por las nubes con pequeños indicios de lluvia y temperaturas de entre 4ºC y 7ºC.

A pesar de unas condiciones meteorológicas adversas que luego acabaron dejando pasar algunos rayos de sol, nada impidió disfrutar del paseo, pues haciendo una pequeña parada en La Puebla, salimos directos al punto de partida para visitar las secuoyas californianas de la finca de La Losa. Estos árboles con algo más de 150 años de vida fueron de los primeros ejemplares que se introdujeron en Europa. Su altura y diámetro de tronco impresionan tanto como su belleza.


Más tarde, volviendo por el mismo camino, decidimos visitar una pequeña aldea con el nombre de "Cortijos nuevos", que resaltaba por su encanto y tranquilidad. Todo esto disfrutando de aves como arrendajos, zorzales, jilgueros, pinzones... Un lugar precioso en el que tener una casita en la montaña. Emprendiendo de nuevo la ruta con una parada para repostar energías en el hotel Collados de la Sagra, visitamos dos de las áreas recreativas que existen por la zona. 

 

Primeramente llegamos a lo que es el punto de partida de diversas rutas por La Sagra en su parte oriental. Este área recreativa debe su nombre a la ermita de las Santas. 

Sus acequias con pequeñas caídas de agua contrastaban con la mezcla de colores del otoño, que daban un toque realmente acogedor. Disfrutamos de un espectáculo de paisajes, de visitantes como el trepador azul y de curiosos como la ardilla común. Aún así, lo que nos esperaba después era mucho más intenso.


 

La siguiente zona recreativa fue Puente Tablas, atravesada por el río Barbata camino a Huéscar e invadida por el color naranja amarronado de hojas caídas de los árboles caducifolios. Lugar que disfrutamos tranquilamente mientras comíamos. 

Más tarde, decidimos emprender una caminata por la pista asfaltada que lleva a Huéscar con el fin de andar más en calma y observar mejor los pajarillos. Encontramos desde aves como mirlos capiblancos hasta árboles imponentes con cantidades ingentes de muérdago. Aunque lo que realmente nos llamó la atención estaba junto a la carretera: un tejón atropellado.

 
 
 
 

Quedándonos boquiabiertos al ver el tamaño de este animal, nos invadió una tremenda tristeza por la evidencia de que su destino estaba en la mano del hombre. Sin duda, creemos que crear conciencia es clave para evitar estos actos involuntarios, pero estas pistas que atraviesan según que zonas, evidencian una grave fragmentación del hábitat. Aunque lo que sobre todo nos llamó la atención, fue que a unos pocos kilómetros del escenario se daban trabajos forestales, siendo zona habitual de paso de camiones que seguramente fueron protagonistas del accidente.

Esto nos dejó un mal sabor de boca, pero decidimos compartirlo en esta entrada para que, de alguna manera, pueda llegar a quien no tenga en cuenta el valor de estos rincones de vida.

Aún con este final amargo, la jornada acabó con una última parada en la Puebla de Don Fadrique para despedirnos del maravilloso día.

Aquí os dejamos una breve lista de lo que vimos:

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)

Buitre leonado (Gyps fulvus)

Cuervo (Corvus corax)

Arrendajo (Garrulus glandarius)

Urraca (Pica pica)

Zorzal charlo (Turdus philomelos)

Zorzal común (Turdus viscivorus)

Mirlo capiblanco (Turdus torquatus)

Pinzón vulgar (Fringilia coelebs)

Petirrojo (Erithacus rubecula)

Colirrojo (Phoenicurus ochruros)

Jilguero (Carduelis carduelis)

Carbonero garrapinos (Periparus ater)

Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus)

Lavandera boyera (Motacilla flava)

Trepador azul (Sitta europaea)

Mito (Aegithalos caudatus)

Ardilla (Sciurus vulgaris)


jueves, 1 de diciembre de 2022

Medusas del Mar Menor: Huevo frito (Cotylorhiza tuberculata) y medusa manchada australiana (Phyllorhiza punctata)

En esta entrada queremos hablar de dos medusas presentes en el Mar Menor, poniéndolas como ejemplo de una especie autóctona y otra invasora.

En primer lugar, vamos a hablar de la clásica medusa Cotylorhiza tuberculata¸ es decir, la “huevo frito”. Este cnidario, de color amarillo, presenta una elevación central de color marrón, lo que recuerda a la yema de un huevo frito. Es muy poco urticante.

Medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata)

En el Mar Menor es muy abundante, llegando a ser una plaga en verano. Esto se debe a los cambios en los parámetros físico-químicos del agua que se están produciendo en la laguna y a la ausencia de depredadores, lo que favorece el crecimiento de sus poblaciones.

Por otra parte, en el verano de 2022, apareció en el Mar Menor una especie de origen australiano, la medusa manchada (Phyllorhiza punctata), la cual ha llegado hasta nuestra laguna salada mediante el agua de lastre de los grandes barcos. Esta medusa lleva años causando estragos en el Mar Rojo y ya es considerada como invasora en todo el Mediterráneo.

Se caracteriza por ser prácticamente transparente, destacando una serie de lunares que le dan su nombre. Además, es muy poco urticante.

Medusa manchada australiana (Phyllorhiza punctata)


La comunidad científica cree que el futuro de la medusa en la laguna es imposible, ya que no se ajusta a las necesidades vitales de la misma, pero, pese a esto, es necesario el estudio y seguimiento de la especie para poder llevar a cabo una rápida actuación en caso de que sea necesario y evitar así la presencia de una nueva exótica invasora en el sureste.

                          

Aún así, la belleza de este cnidario es incuestionable.