En esta entrada queremos hablar de dos medusas presentes en el Mar Menor, poniéndolas como ejemplo de una especie autóctona y otra invasora.
En primer lugar, vamos a hablar de la clásica medusa Cotylorhiza
tuberculata¸ es decir, la “huevo frito”. Este cnidario, de color amarillo,
presenta una elevación central de color marrón, lo que recuerda a la yema de un
huevo frito. Es muy poco urticante.
Medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata) |
En el Mar Menor es muy abundante, llegando a ser una plaga
en verano. Esto se debe a los cambios en los parámetros físico-químicos del
agua que se están produciendo en la laguna y a la ausencia de depredadores, lo
que favorece el crecimiento de sus poblaciones.
Por otra parte, en el verano de 2022, apareció en el Mar
Menor una especie de origen australiano, la medusa manchada (Phyllorhiza punctata), la cual ha llegado hasta nuestra
laguna salada mediante el agua de lastre de los grandes barcos. Esta medusa lleva años causando estragos en el Mar
Rojo y ya es considerada como invasora en todo el Mediterráneo.
Se caracteriza por ser prácticamente transparente,
destacando una serie de lunares que le dan su nombre. Además, es muy poco
urticante.
Medusa manchada australiana (Phyllorhiza punctata) |
La comunidad científica cree que el futuro de la medusa en la laguna es imposible, ya que no se ajusta a las necesidades vitales de la misma, pero, pese a esto, es necesario el estudio y seguimiento de la especie para poder llevar a cabo una rápida actuación en caso de que sea necesario y evitar así la presencia de una nueva exótica invasora en el sureste.
Aún así, la belleza de este cnidario es incuestionable.
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