Para nosotros, todas las especies de córvidos tienen algo que resaltar, y es por eso que esta vez traemos al cuaderno a la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax).
Vigilantes de los cortados rocosos de cualquier clima, estas aves tienden a juntarse en grandes colonias que destacan en estos lugares, más con sus continuos graznidos, que fácilmente hacen que te fijes en ellas.
A la vista destaca el color rojo de su pico y patas contrastando con su plumaje negro brillante. Aunque su categoría de protección de la Lista Roja de las Aves de España no sea muy alta (casi amenazada), en la Región de Murcia encontramos numerosas de las zonas ZEPA aplicadas por la presencia de esta especie, entre otras.
Se alimenta de todo tipo de invertebrados, semillas y frutos. Es frecuente encontrarla rebuscando entre el cultivo, las oquedades de las paredes rocosas e incluso en zonas de ganado para obtener alimento. Sin duda se trata de un animal oportunista al que fácilmente reconoceremos.
Se reproducen en plena primavera, cuando es frecuente ver sus vuelos acrobáticos de cortejo y a algunos individuos llevando pequeñas ramas en el pico para formar el nido en las oquedades y grietas de acantilados y zonas rocosas. Suelen tener los primeros pollos a comienzos de verano y será a finales de la estación cuando estos pollos se conviertan en voladores. Cabe destacar que hasta pasado un año, los juveniles no cogen la característica coloración que les da nombre.
Una especie preciosa que comparte y pelea hábitats con vecinos como el águila real y el halcón peregrino, con los cuales es habitual verlas pelear por expulsarlos de su territorio.
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